domingo, 27 de mayo de 2012

Quejas.

A veces pienso que no todo es malo.

Y es confortante. Porque hay gente buena. No todo es un drama. Y me doy cuenta de lo que nos gusta exagerar las cosas.
Creo que es porque nos sentimos vacíos.
Del mínimo detalle hacemos espectáculo, queremos que la gente se preocupe, llamar la atención, que todos se den cuenta de lo realmente jodidos que estamos.
Creo que tenemos miedo a no ser nadie. A que todos los pasos que hemos dado no dejen huella, en nada ni nadie. Y por eso hacemos daño, o nos lo dejamos hacer.
Deberíamos aprender a no ser tan niños, a asumir las cosas y hacernos ver por lo que somos ,no por la historia que tengamos detrás. Darnos cuenta de que es más heroico seguir adelante que estancarse en los problemas y pretender dar puta pena.
Porque puede que el mundo no esté bien hecho, ni mucho menos, pero tenemos suerte. Sonríe por ello y no hundas a los demás contigo, con la auto compasión, la pena de que no todas las cosas salgan bien.
El afán de luchar por el cambio, está bien. Pero hazlo dando ejemplo, diciendo cómo, actuando. No quejándote, dando por culo a los demás, destruyendo intentando construir. Porque así, simplemente, nos quedamos solos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario