jueves, 24 de octubre de 2013

Suelo comentaros lo vacía que estoy por dentro.
Pero sinceramente ese rollo aparentemente frío es el que utilizo para demostrar que no estoy tan jodida, que se puede profundizar en mi.
Soy una estúpida hipócrita.
Tanto que ya no se si soy yo misma o algo que pude haberme inventado. Y al plantearme esto vuelvo a recurrir a la idea de que no es solo una apariencia.
Pero el hecho de que estoy perdida es inalienable.
Y me jode.
Hace años llegué a la conclusión de que estamos vivos para encontrarnos. Ahora sólo sé plantearme qué coño estamos buscando.
Decidí que sentimientos como el amor o el odio era una invención de la manipulación.Y a veces me pregunto por que siento padecer algo semejante a lo que la gente suele describir.Que simplemente me avergüenza parecerme a quien critico.
Prometí vivir para el placer. Eso es algo que no niego cumplir, pero ¿A qué maldito precio?
Muchos dicen que no saben como descubrirme y les comprendo. Ni yo misma sé lo que pretendo a veces.
Sin embargo ellos se lo toman como una cualidad, algo por lo que esforzarse, eso me perfora el cerebro. Porque se me toma como un reto prescindible.
Llegar a un punto y seguido para hacerlo final. Por que lo que a alguien le puede parecer atracción par mi es frustración. Pretendéis que me sienta orgullosa por algo que me atormenta.
Ya no sé que puedo hacer.
Negarme a mi misma.Traicionar unos principios que tanto me han costado esculpir.Seguir odiando en lo que me convierto...
Para lo único que valgo es para afirmar que estoy perdida.
Y para rectificar diciendo que simplemente me da igual.


domingo, 29 de septiembre de 2013

Protégete todo el tiempo.

Lucháis constantemente por irrumpir en la mente del contrario.
Y en realidad solo tenéis miedo.
Habláis, como yo he hablado, de controlar a la gente como de una facultad.
Es una trampa.
Típica mentalidad .Construir barrera hacia todo proyectil de empatía que se pueda acercar.
Porque aparentemente nos hace fuertes, nos gusta sentirnos así. Saber que con tan solo una mirada puedes intimidar cualquier subconsciente. No queremos darnos cuenta de que en realidad vamos camino hacia la ignorancia.
Es conocer para desconocerse.
Nos perdemos en los demás por miedo a encontrarnos en ellos.
Es cuestión de abrir los ojos.
Vivimos en una sociedad en la que quienes se han arrimado a la cima del control nos invaden con ideas y placebos para cegarnos del mundo por completo, llevándonos a su imperio de la ruina, convirtiéndonos en almas que ni sienten ni padecen, nos volvemos tan vacíos como ellos y, tristemente, el que es tan valiente como para no dejarse cegar por el caos, crea su propia versión de la ruina.
La puta realidad es que todos tenemos miedo de ver en quien nos estamos convirtiendo día tras día. Y esa es la única opción que nos queda, expandir nuestro velo de ingenuidad y aparentar que la única persona que puede romperlo eres tú.
Somos una trampa oculta.


lunes, 16 de septiembre de 2013

Respirar por no huir.

Descansar los ojos mirando hacia la nada y  respirar profundo para acariciarse por dentro.


Me gusta sentirme a mi misma. Pasar el tiempo desvistiéndome por dentro, encerrarme entre mis cuatro paredes pensando en todo hasta convertirlo en nada.
Descuartizar cada emoción y analizar los momentos que haya o no vivido, sufrir los que viviré y arrepentirme de los que puedo y no quiero.
Supongo que la finalidad es conocerme.
Pero eso a veces me da miedo, por lo que vuelvo al poder sin querer.
Digamos que es un resquicio de cobardía : Respiro para buscarme, sabiendo lo que llevo dentro, por lo que vuelve el miedo a encontrarme conmigo misma, darme la hostia de realidad y acabar buscando otro vacío.
Entonces mi don ya no es manipular, es huir.Y sencillamente no quiero verme así.
Huyo de huirme. Y me odio por ello. No por querer poder afrontarlo, simplemente por darme cuenta y no evitarlo.
Me hace entrar en el desquicio, en el de que aquellos ojos vuelvan a juzgarme y atormentarme, ver como me hundo en mis antiguos pozos de rencor, sentir como penetra cada gramo de ira.
La única solución a la que me he aproximado gracias a momentos a solas es no huir... y sólo pasar de largo.
He llegado a una época de mi historia en la que a poco le doy importancia.
Y es extraño.
Porque la gente me dice que hago bien, que es lo correcto y luego me apuñalan con quejas escondidas y  me censuran con miradas. Y en realidad sólo me dan excusas para poder querer pasar de todos ellos.
Y vuelvo a estar sola, como siempre. Vuelvo a entrar en mi bucle, como siempre.
Vuelvo a volverme mía, como nunca.
No me hace falta nada.
                                                                           Sólo respirarme.




domingo, 15 de septiembre de 2013

Otra vez es diferente

He decidido comenzar de nuevo.
No os confundáis, no me refiero a mi forma de admirar el mundo ni al estilo de vida tan endeble  que me he consentido.
Me refiero a comenzar esto de soltar toda la basura emocional de otra forma.
Sin adornos, ni esperanzas ni medias verdades.
 Por lo que he decidido eliminar de este espacio y de vuestras ideas cada palabra o señal de ilusión  hacia algo mejor.
Simplemente me da igual como puedan variar las cosas. Sabéis lo partidaria que soy de que todo  fluya.
No pretendo que os sintáis cómodos o identificados con lo que pueda reflejar, sabéis de sobra que esto lo hago de una forma completa y absolutamente ególatra.
Lo que pasa es que no me apetece andarme con explicaciones o ruegos.
Últimamente nada deja de darme vueltas.
Las rutinas son distintas y las personas solo me fallan. Supongo que es mejor soltar esto al aire y poco a poco, para no verme periódicamente maldiciendo todo lo que pueda acercarme a cada uno esos vacíos de los que huyo. Es por dejar descansar a mis nudillos. Por no soltar todas las tensiones a golpes y malas caras.
 Dejé de hacer esto por miedo a que supierais demasiado.
                            Ahora lo hago para que os deis cuenta de que no sabéis una mierda.


sábado, 9 de febrero de 2013

Ayudarnos.

Hoy querría referirme expresamente a ti.
Y esa es una frase que uso comúnmente para que las palabras escritas adquieran, aparentemente, mayor sentimiento, cuando en realidad las podres frases que deje yo aquí plantadas puedan referirse a cualquier persona decidida a leer este cúmulo de estupideces.
Pero hoy, soy sincera.
Ya que es lo mínimo que podría hacer al referirme a ti. Al menos, sinceridad es lo que te debo.
Un par o dos de personas podrían darse por aludidas con la simple introducción de este escrito. Sin embargo querría quitarles esa ególatra idea de la cabeza diciendo que ella es la única persona por la que podría arrepentirme de mis actos, dejarme ver por completo, ocupar mi conciencia durante tanto tiempo y perder la razón pensando cuales serían sus argumentos.
Lo único es que no tengo muy claro, si culparte, arrepentirme o pedir perdón.
De momento pretendo centrarme en el por qué de las cosas, en la causa de haber llegado a esta situación.
A veces intento que no me afecte, a veces me funciona. Pero el remordimiento siempre vuelve, y no se si es echar de menos o que coño me pasa, pero me pongo enferma al pensar en el pasado y el futuro que podría acecharnos.
No es que tenga miedo. Ya he dicho que intento que no me afecte. Pero en mis puntuales momentos de completa debilidad, pienso en ti.
A veces lloro. A veces caigo en soledad pensando en por que nos hemos distanciado.
Y lo peor viene cuando no encuentro respuesta. Entonces me conformo con la frase de "Joder, supongo que las personas cambian".
Luego pienso en ello y me doy cuenta, de que siempre fuimos opuestas, cosa que nunca nos afectó antes.
Después de esto, me acerco a mi última conclusión.
No sé, joder, hago las cosas mal.
No soy la persona perfecta para mantener amistades. Supongo que soy muy mía, que tengo que hacer lo que se antoje sin importar quien pueda preocuparse por mi. Que soy egoísta. Me canso de la gente y luego la reclamo y, eso a veces no funciona.
Quiero decir que no te convengo.
A ti.
Que con el simple caminar ya resplandece esa alma de puto ángel perfecto. Lo haces todo bien. Te preocupas, solucionas tus problemas, eres jodidamente agradable. De ideales impecables y cara de niña.
Fiel a ti misma, no sé, tu fortaleza, qué coño sé.
Igual ese es el problema.
Estás dispuesta a cambiar el mundo, mientras yo me miro en el espejo, me arrepiento de mi misma y me niego de salir ahí fuera.
Igual te tengo rabia, envidia, yo que sé.
Puede que sea el hecho de que yo nunca seré como tú. Yo no soy tan buena. No creo llegar a serlo nunca. E igual por eso es por lo que me alejo de ti y me nublo la vista al comenzar a ver que todo ha estado cambiando.
Pero eso es así, ya no estamos unidas.
Si te preguntas si querría volver a estarlo, pues claro que si joder.
Me has aportado más que nadie en lo que llevo de vida. Supongo que eras mi pilar.
Eras esa persona que conseguía sacar lo mejor de mi misma. Me sentía más sana a tu lado, más cuerda y más segura.
Pero lo mejor era que contigo nunca podía sentirme sola.
Y mírame ahora, já, ahora estoy muy hundida. Y por mucho que mienta diciendo que salgo a flote.. no sé, supongo que ya ha sido mucho tiempo en la oscuridad como para que vengan a levantarme.
Pero bueno, lo que me queda de ser, lo utilizaré para devolverte las cosas. Es muy típico decir que estaré ahí, y no te juro estarlo siempre. Pero me preocupo. Quiero serte útil.
Puede que yo no sea tu pilar, y harías bien en no concederme el cargo. Pero yo que sé. Puedo ayudarte en lo que quieras, puedo intentar acercarme, alejarme, lo que necesites. Yo que sé tía, pretendo esforzarme hasta no quedarme ganas.
Sólo pídelo por favor. Yo no me atrevo a arrebatarte de tu estado de plenitud.
Ahora sólo se me ocurre desearte desde lejos que seas feliz. Que sigas afrontando tus problemas más íntimos. Que estudies como hasta ahora para recoger tu recompensa de futuro que te atreves a planear. Que sigas queriendo, preocupándote.Sigue tu vida diré.
Yo mientras tanto estoy por ahí, sin un futuro al que agarrarme, con mis problemas acumulándose sin sacar voluntad para afrontarlos, con mis idas y venidas, siendo todo en lo que no querrías convertirte.Con mi mierda de siempre.
Solamente con la esperanza de que no nos hayamos cansado de mantener lo que aun podamos .
Hasta cuando quieras.


viernes, 18 de enero de 2013

Lo tomas o lo dejas

Está ahí.
Lo ves, lo pruebas, lo sientes.
Y lo sientes muy fuerte. Tanto que empieza a prender la entrañas.
Y arde.
El fuego se expande hacia donde la memoria cobra sentido y el sentido pierde coherencia. Entonces las llamaradas te  recorren por dentro.
A veces duele.
Porque empiezas a conectar la coherencia con los impulsos, terminas haciéndote daño. Quiero decir, ya no sabes lo que puede ser o no bueno para ti, pero sigues adelante. Porque está ahí. No puedes hacer otra cosa, ya no hay forma de pararse a uno mismo.
Terminas completamente loco.
El desquicio te encierra. Te hace gritar, llorar,correr, sufrir, reir, llorar más fuerte, odiar  y quedarte jodidamente solo.
Nadie quiere a un loco. Y finges no estarlo.
Pero al final te das cuenta de que es un sentir más grande que la vida.
Entonces es cuando te quedas totalmente atrapado.
Está ahí.
Pesa.
Ya no sientes nada más. No esperas que pueda haber nada más.
 Mutila los sentidos.
Lo tienes, lo quieres, lo necesitas.
Es mejor que la memoria, que el sentido, que la coherencia, mejor que la gente, mejor que sentir cualquier otra cosa.
Mejor que pertenecerse a uno mismo.
Yo ya no me pertenezco.Porque está ahí.
Estoy ardiendo. Me duele. Estoy completamente sola, porque me he vuelto loca.
Pero me gusta.
Suelo sentirme vacía y cuando encuentro algo que me hace sentir viva, lo guardo, lo protejo, lo hago mío.Aunque yo me vuelva suya.
No necesito nada más.
Porque ante todo,
 puedo dejarlo cuando quiera.

Y yo, como vosotros, no soy más que sierva del deseo.


domingo, 13 de enero de 2013

Nunca tuya.

A veces pienso que me conoces mejor que yo misma.
Entonces me engaño pensando en que se me engaña y evito perderme.
De verdad que me encantaría que ciertas palabras se refirieran a mi. Pero sé que no es así, entonces me adentro en mi tierna ignorancia y me hago a la mentirosa consciencia de que el mundo es maravilloso.
Y parezco gilipollas.
Me convierto en una persona completamente opuesta a la verdadera. Aparento no estar tan podre, no sólo para sentirme mejor conmigo misma si no para repercutir sobre esa mente con la que tan identificada me siento.
 A veces es por lástima, porque no estoy dispuesta a mirar esa cara y verme reflejada en ella. Algunas otras porque se me parte el alma al verte así.
Porque creo una nublosa tapadera de inocencia y estupidez, a veces para desentenderme de las cosas y otras muchas para protegerme de hacerlo.
Y algunas cuantas para no dejar que te vayas.
Entonces siento que soy yo quien tiene que irse.
Y me voy. Pero siempre vuelvo, de una forma u otra.
Se crea un bucle libidinoso y tierno del que inconscientemente no querré bajarme nunca.
Lo malo es que nunca vas a conocerme del todo, aunque lo hagas mejor que yo misma.